eres demasiado sentimental e insegura, de las palabras te enamoras y sobretodo... vuelas sola...

cartas que nunca leerás (I)

Anoche volví a quedarme dormida con una sonrisa, ya no suena increible, es rutina gracias a tu sms de cada noche. Y yo que los vuelbo a leer tres veces más y vuelvo a sonreir mientras los voy volviendo a leer. Esta mañana has venido a verme escondiendo una sonrisa, como si no quisieras, pero al fin y al cabo estabas sonriendo. Yo he ido corriendo a tus brazos y te he abrazado como si no volviera a hacerlo nunca más, como lo hago siempre. Has acercado tus labios a mi cuello sin darme un beso, y entonces he notado como olías mi pelo. Me has susurrado " te amo " al oido y te has ido por donde habias venido. A la salida del instituto, estabas apoyado en la puerta y yo te he abrazado por detrás, lo que te ha hecho sonreir cuando has dado media vuelta y has visto mi sonrisa. Me has acompañado a casa, y hemos estado un rato sentados en la portería hablando de mil tonterías que saben a no sé yo que, pero que al fin y al cabo han acabado siendo nuestras tonterias. Y porque me da igual lo que estemos hablando, solo me importa hablar de lo que sea para estar un rato más contigo. Entonces, a media voz me has dicho " te amo ", mirandome a los ojos, lo que ha conseguido erizarme la piel. Me has besado, suave, lento, con tu dulzura. Al irte, me has dado un abrazo, me has vuelto a besar y me has dicho: "Gorda, eres mi vida...". A la noche hemos estado hablando por messenger, y sí, todo es tan bonito como lo pintan. Todo es perfecto a tu lado. Me has vuelto a repetir mil veces que me amas, sin saber que yo te amo desde el momento en el que tubiste unas bonitas palabras para mi... Desde el momento en el que sacaste a flote sentimientos que el abandono había escondido. Y ahora ya no sé echarle frenos. Ahora ya no sé hasta que punto llego a quererte. Pero sabes qué? Te quiero. Más de lo que yo esperaba y todavía más de lo que tu podías llegarte a imaginar.
Yo sé que a veces no encuentro las palabras adecuadas pero las palabras son lo de menos, el amor es más que palabras, ¿sabes? el amor son hechos


Si me preguntaras en que momento exacto me enamoré de ti, no podría contestarte porque eso no se sabe. Si me preguntaras cuando me di cuenta... Bueno, podría darte una respuesta. Supe que me estaba empezando a enamorar cuando sentía un no sé qué en el estómago cuando sabía que iba a verte, cuando sonreía tontamente al llegarme cada uno de tus sms, cuando por fin me creí sin miedo todos tus "te amo" cuando me lo repetías a cada instante... Y luego, verás, no sé como pasó. Y no es que no me acuerde, es que creo que de eso no soy consciente. Pero de repente, no sé en que momento, me enamoré. En una milésima de segundo supe que estaba enamorada de tí, no había marcha atrás... Me perdí entre tus gestos, tus labios, tu risa, no sé... Quizás fue con cada beso y cada abrazo, todos los detalles, tantos momentos... Pero ahora no sé echarle frenos.
A veces y sin disimular te digo que te quedes conmigo... Y apreto tu mano fuerte, porque así te siento aún más cerca. Otras te digo que no me mires más que sino me rio, poniendome seria pero a punto de sonreir, con una sonrisa a media boca que no puedo controlar. Muchas veces quiero decirtelo todo y otras nada. Y si aveces no digo nada y te dejo hablar a ti, es porque quiero que me abraces y tú tampoco digas nada al darte cuenta de que no te contesto aunque te escucho. Y si a veces te llevo la contraria o te quito la razón es para que me calles con un beso y así dejo de respirar.
- Te quiero muchísimo
- Pero si te cansas, te irás...
- Te quiero tanto como para quedarme aquí... Y esperar



Photography Graphics


mi corazón te ha elegido... y cuando él elige, yo voy detrás
Por muchas noches en blanco que una dedique en pensar en su biografía sentimental, la verdad, es que encontrará pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación pero al final volverá a pasar lo de siempre, que en un momento dado saltará en pedazos como tantas otras veces, porque uno es como es y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi un combate perdido de antemano. Así que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures. Así sabriamos de antemano cual es la fecha del final y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas ni discusiones, nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permite seguir soñando con que, esta vez sí, ese yogur pueda conservarse para siempre.
El miedo es como la família, que todo el mundo tiene una. Pero aunque se parezcan, los miedos son tan personales y tan diferentes como pueden serlo todas las famílias del mundo. Hay miedos tan simples como el desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo, hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser, hay miedos que nos va dejando la consciencia, el miedo de ser culpable de lo que les pasa a los demás, y tambien el miedo de lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido, como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca. Y hoy he escuchado en la tele a un señor encantador que decía que la felicidad es la ausencia del miedo. Y entonces me he dado cuenta de que ultimamente yo ya no tengo miedo. 
- ¿Alguna vez en tu vida has tenido una gran historia de amor? No un amor de ir de bares o de ir por ahí de excursión, un amor de los que se te agarra aquí y parece que no puedes respirar... Pues yo sí, es Lucas... Y de ese gran amor uno no se olvida en la vida y llega un momento que se olvida porque se acabó y solo recuerdas que es tu gran amor, y entonces aparece con un billete para Madagascar y crees que todo es posible, que ese puede ser el momento en el que funcione, peroclaro, se me olvidaba que lo mío con Lucas no funciona y que no funcionará nunca por muy gran amor de mi vida que sea... Porque ya pasó, y que tenías razon... Tú, mis padres, todo el mundo... Y que me equivoqué esos cuatro días, como un espejismo, pero creo que tengo derecho a equivocarme aunque vaya y vuelva millones de veces y os vuelva locos... Y creo que todo esto me ha hecho madura, y que lo siento...

A veces hay que irse lo más lejos que puedas, para saber cuánto te importa todo lo que has dejado atrás.